Respeto Como Valor Empresarial?

Respeto Como Valor Empresarial
El principal pilar para sostener cualquier tipo de convivencia pacífica, es tener respeto hacia los demás. En aquellos ámbitos en el que se pasa muchas horas del día y con las mismas personas, como ocurre con el trabajo, resulta aún más necesario empoderar este valor.

El respeto (del latín respectus, «atención» o «consideración») es la valoración que permite al ser humano reconocer, aceptar y apreciar las cualidades y derechos, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes nos rodean. El ser humano por naturaleza es un ser social, es decir que necesita de otras personas para poder vivir y satisfacer las exigencias físicas y espirituales que de manera racional e individual no resultan suficientes.

Sin embargo, sostener estos vínculos humanos es un tanto difícil cuando entran en escena las diferencias propias de los hombres, como lo son los aspectos culturales, sociales, económicos, entre otras tantas posibilidades. Seguramente, todos nos vimos involucrados en mayor o menor medida ante diversidad de situaciones donde reinó la falta de respeto y si, en este preciso momento, viene a sus mentes alguna situación alusiva, ya es un indicador de su peso en nuestras vidas.

Permite aceptar las limitaciones ajenas y reconocer sus virtudes; evita las ofensas y las ironías y no deja que la violencia o el abuso se conviertan en el medio para imponer criterios. Disminuye la tensión en lugares donde predomina la desconfianza, habita el egoísmo, la deslealtad, la arbitrariedad, la división, el chisme, los comentarios malintencionados y la agresión. Potencia la confianza, y esta última, es garantía de transparencia y buena comunicación. Aspectos fundamentales para trabajar a gusto y para crecer como persona, como empresa/organización y como sociedad en general.

Respetar no significa estar de acuerdo o pensar tal como lo haría otro individuo, sino que se trata de no discriminar, ofender, ni mucho menos humillar a las personas por su forma de actuar, de vivir, decidir, etc., por el simple y naturalmente hecho que no concuerde con el criterio propio.

Desde el punto de vista empresarial, en donde los resultados operativos, económicos, estadísticos y numéricos representan un interés especial, es también primordial y necesario contemplar este aspecto, dado que no se puede aspirar a un crecimiento corporativo si quienes lo constituyen y refuerzan, no son valorados.

En este sentido, los líderes empresariales juegan un rol principal. Esto se debe a que todos los miembros de una organización enfocan su mirada hacia ellos, “los guías”, y son quienes, en primera medida, deben obrar con el ejemplo y generar un efecto multiplicador.

  1. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario aprender a respetar.
  2. El camino de aprendizaje comienza por el auto respeto y de allí parten todos sus frutos que se reflejan en cada vinculo social.
  3. Por lo tanto, también resulta inadmisible exigir respeto a pares, superiores o subordinados, cuando en actos se demuestra un mensaje opuesto.

Por todo ello, es que surge la pregunta celebre: ¿De qué lado estás? Tomado de: https://www.elmiradordiario.com.ar/

¿Qué es el respeto en las empresas y las organizaciones?

Las empresas y las organizaciones necesitan funcionar bajo el paradigma del respeto. Esto significa dar valor a cada puesto de trabajo, al trabajo de todos y de cada uno de los miembros de la organización, a la función de cada uno, a dotar a cada persona de la remuneración que le corresponde.

¿Cuál es la definición de respeto?

El respeto como valor empresarial – Branding Industrial – Marketing B2B Llega final de año, se cierran presupuestos, se consolidan los mensajes para el año que viene y se definen los valores por los que queremos que nos conozcan como empresa: innovación, transparencia, confiabilidad y unos cuantos más.

En Branding ayudamos a las empresas a descubrir y comunicar estos mensajes en las estrategias de marketing. Pero siempre hay uno que echamos a faltar enormemente: RESPETO. Si ya lo decía la gran Tina Turner : “We’ve got to show some Respect” o Aretha, o muchos otros que han titulado canciones con la palabra r espeto como parte importante de la cultura popular.

Muchos recordarán de sus padres la insistencia de la cultura del respeto, como filosofía vital para ser aceptado en sociedad. Porque si tú no respetas no puedes esperar que los demás lo hagan. En la empresa el respeto tiene muchos ámbitos de actuación y afecta al funcionamiento intrínseco de la organización.

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Un CEO agresivo genera conductas agresivas en sus empleados. Un CEO respetuoso lo mismo. Está demostrado científicamente que las organizaciones que no practican el respeto tienen una mayor falta de motivación de sus stakeholders y especialmente de sus trabajadores. Según y la, los trabajadores desmotivados tienen un 37% más de absentismo, un 49% más de accidentes y un 60% más de errores y defectos.

En organizaciones con baja participación de los empleados, la productividad es un 18% menor, la rentabilidad un 16% menor, el crecimiento laboral un 37% menor y el precio de las acciones acaba siendo un 65% menor con el tiempo. Además las empresas que practican el respeto tienen un 100% más de solicitudes de empleo.

RESPETO POR LOS COLABORADORES

La definición de respeto viene dada por dos palabras imprescindibles: consideración y reconocimiento, independientemente del resultado final. Que no nos guste lo que nos cuentan no da derecho a menospreciar ni al mensaje ni al mensajero. ¿Cuántos de nosotros conocemos equipos de trabajo que no son capaces de transmitir la percepción real de los resultados – y sus causas – a la jerarquía organizativa por miedo? O ¿cuántos equipos hemos visto vencidos por la arrogancia y la falta de respeto? Debemos empezar a tratar a la gente como personas adultas y a respetarlos para que asuman las responsabilidades que cada puesto conlleva.

  • Y si no lo hacen, quizás no hemos atinado ofreciéndoles el puesto.
  • Aunque a lgunas áreas funcionales son más proclives a sufrir la falta de respeto de la organización: como el marketing por ejemplo.
  • Los profesionales del marketing B2B estarán de acuerdo conmigo en que todo el mundo opina sobre el tema, cada vez más digitalizado, del marketing y de la comunicación y que actualmente necesita un conocimiento profundo de herramientas para nutrir el pipeline y de capacidad de integración de todas las interacciones del cliente con nuestra empresa.

Por desgracia para nosotros, todo el mundo cree saber cómo y qué se tiene que hacer en todo momento. Aunque pocos de estos responsables de marketing se atreverían a dar consejos a la ligera al financiero/a o a la persona de producción.

RESPETO POR LOS PROVEEDORES

¡Ay los proveedores!, cuántas vejaciones llegamos a aguantar. Desde gritos y malas formas hasta la creencia de que somos responsables del cambio climático y de la extinción de los dinosaurios. Bromas aparte, todos somos clientes y todos somos proveedores.

  • Y el respeto del que hablamos debería dirigir nuestra cultura hacia una valoración objetiva de resultados.
  • Actualmente la tendencia es a gestionar la relación con los proveedores mediante un SRM, al igual que lo hacemos con nuestros clientes.
  • Una comunicación honesta y sincera es la mejor receta para obtener un buen SRM.

Escuchar las preocupaciones de los demás recíprocamente e involucrarse mutuamente en los procesos solo tiene beneficios positivos para el crecimiento. Eso no quiere decir que hay que reducir las exigencias. Más bien al contrario, objetivarlas para que ayuden a las dos partes a crecer.

Es decir, perfectamente podemos justificar no trabajar con alguien por que no tenemos ninguna conexión, pero no les engañemos cuestionando sus resultados si solamente es una cuestión de feeling. Somos humanos y queremos trabajar con gente afín. Así que el respeto pasa por tratar a nuestros proveedores como nos gustaría que nos trataran, cosa que a menudo se olvida.

Y el respeto además implica consideración por el trabajo de los demás. Esto supone no hacer trabajar a la gente innecesariamente. El mantra de «quien paga manda» está un poco demodé e implica crear relaciones basadas en el poder y no en la colaboración.

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Analiza las necesidades previamente, pide consejo y busca la solución que más se adapta a tus necesidades. No hay que pedir cuando no sabemos lo que queremos. Por que son muchas horas de trabajo que el proveedor, en muchas ocasiones, para contentar al cliente, realiza sin remuneración. Las horas de los proveedores tienen un coste, así que respeta el trabajo de los demás valorándolo en su justa medida.

Y finalmente, hay que aprender a decir: gracias, pero no me interesa. Cuántos persiguen al potencial cliente a la espera de una confirmación concreta después de propuestas que incluso llevan semanas de confeccionar y solo encuentran vacío y silencio. Un simple mail es, en ocasiones, suficiente para que la mayoría pueda cerrar el círculo para pasar al siguiente.

Aquí muchos me dirán: pero si no respetas a los clientes los pierdes. No señor. El respeto además de tener mucho que ver con la educación tiene que ver con la honestidad. La capacidad de decirle a tu cliente que tú como experto sabes que algo no va a funcionar o que no lo puedes hacer, en lugar de hacer fracasar a todo el mundo.

Por supuesto que eso te puede costar una relación en el corto plazo. Pero esto no es un sprint, es una maratón. La tendencia empresarial gira en torno a la capacidad actual de crear relaciones de partnership con tus clientes y, seamos sinceros, se merecen la verdad.

  1. Aunque eso nos cueste dinero.
  2. Tras esa actitud podremos construir la fiabilidad, el servicio al cliente, la innovación y todos aquellos valores que queremos sean parte de nuestra cultura.
  3. Si educamos a nuestros clientes en la honestidad y en la verdad todos saldremos ganando.
  4. Por tanto tratemos bien a cliente, proveedores y colaboradores.

Creemos empresas honestas que respetan el trabajo del otro, por el valor que tienen, Empresas que dicen la verdad y aconsejan honestamente en su expertise para interés de su cliente y que tratan a los proveedores como les gustaría que los trataran a ellos.

¿Qué es la falta de respeto en las empresas?

El respeto como valor fundamental en las organizaciones ¿Cómo te sientes cuando envías un presupuesto a un cliente y obtienes la callada por respuesta? ¿O cuando llamas a un teléfono de atención al cliente y después de media hora aún nadie te ha ha atendido? Por desgracia, la falta de respeto es un fenómeno demasiado frecuente dentro de las organizaciones y es una de las razones que está debajo de muchos de los problemas que erosionan los cimientos de la convivencia dentro de las empresas.

  • Las empresas son organismos vivos que están formados por seres de carne y hueso, no son entes inanimados programados por un ordenador.
  • Valores como el respeto, la lealtad o el compromiso no deben quedarse fuera de las actividades diarias de una organización.
  • En la mayoría de los casos la causa de esa ceguera se debe a que los gerentes se enfocan en los intereses de los accionistas e ignoran las necesidades de sus clientes o la satisfacción de sus empleados.
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Y, tarde o temprano, ese error lo pagan caro. Los empleados se desmotivan y su rendimiento desciende, los directivos se centran en su beneficio personal, los proveedores se sientes inseguros y la opinión pública se vuelve en su contra. Y a veces todo empieza con un simple gesto, como devolver una llamada o responder a un email. Respeto Como Valor Empresarial

¿Cuál es la importancia del respeto en el trabajo?

El principal pilar para sostener cualquier tipo de convivencia pacífica, es tener respeto hacia los demás. En aquellos ámbitos en el que se pasa muchas horas del día y con las mismas personas, como ocurre con el trabajo, resulta aún más necesario empoderar este valor.

El respeto (del latín respectus, «atención» o «consideración») es la valoración que permite al ser humano reconocer, aceptar y apreciar las cualidades y derechos, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes nos rodean. El ser humano por naturaleza es un ser social, es decir que necesita de otras personas para poder vivir y satisfacer las exigencias físicas y espirituales que de manera racional e individual no resultan suficientes.

Sin embargo, sostener estos vínculos humanos es un tanto difícil cuando entran en escena las diferencias propias de los hombres, como lo son los aspectos culturales, sociales, económicos, entre otras tantas posibilidades. Seguramente, todos nos vimos involucrados en mayor o menor medida ante diversidad de situaciones donde reinó la falta de respeto y si, en este preciso momento, viene a sus mentes alguna situación alusiva, ya es un indicador de su peso en nuestras vidas.

Permite aceptar las limitaciones ajenas y reconocer sus virtudes; evita las ofensas y las ironías y no deja que la violencia o el abuso se conviertan en el medio para imponer criterios. Disminuye la tensión en lugares donde predomina la desconfianza, habita el egoísmo, la deslealtad, la arbitrariedad, la división, el chisme, los comentarios malintencionados y la agresión. Potencia la confianza, y esta última, es garantía de transparencia y buena comunicación. Aspectos fundamentales para trabajar a gusto y para crecer como persona, como empresa/organización y como sociedad en general.

Respetar no significa estar de acuerdo o pensar tal como lo haría otro individuo, sino que se trata de no discriminar, ofender, ni mucho menos humillar a las personas por su forma de actuar, de vivir, decidir, etc., por el simple y naturalmente hecho que no concuerde con el criterio propio.

Desde el punto de vista empresarial, en donde los resultados operativos, económicos, estadísticos y numéricos representan un interés especial, es también primordial y necesario contemplar este aspecto, dado que no se puede aspirar a un crecimiento corporativo si quienes lo constituyen y refuerzan, no son valorados.

En este sentido, los líderes empresariales juegan un rol principal. Esto se debe a que todos los miembros de una organización enfocan su mirada hacia ellos, “los guías”, y son quienes, en primera medida, deben obrar con el ejemplo y generar un efecto multiplicador.

Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario aprender a respetar. El camino de aprendizaje comienza por el auto respeto y de allí parten todos sus frutos que se reflejan en cada vinculo social. Por lo tanto, también resulta inadmisible exigir respeto a pares, superiores o subordinados, cuando en actos se demuestra un mensaje opuesto.

Por todo ello, es que surge la pregunta celebre: ¿De qué lado estás? Tomado de: https://www.elmiradordiario.com.ar/