Que Es Un Ecosistema Empresarial?
Juanfrancisco Agüero
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En la década de 1930, el botánico británico Arthur Tansley introdujo el término ecosistema para describir una comunidad de organismos que interactúan entre sí y con sus entornos. Para lograr la supervivencia, estos seres compiten entre ellos y con el medio ambiente.
Para prosperar, evolucionan juntos y se adaptan a los impactos externos. En 1993, el estratega empresarial James Moore adoptó con gran éxito este concepto biológico al mundo empresarial. En un artículo publicado en Harvard Business Review titulado ” Depredadores y presas: Una nueva ecología competitiva”, elaboró un paralelismo entre las normas que operan en el mundo natural y las que operan en el mundo comercial.
Moore sugirió que una empresa no se puede considerar como un negocio único y aislado, sino como un miembro dentro de un ecosistema empresarial con participantes que abarcan múltiples industrias. El tino en su parangón fue tal que, en solo 20 años, el término “ecosistema empresarial” se ha arraigado firmemente en el diccionario que los líderes empresariales manejan para idear sus estrategias. Pero, ¿qué son y, sobre todo, qué pueden aportar a nuestra empresa los ecosistemas empresariales? ¿Le conviene a nuestra firma actuar activamente en uno de ellos? ¿Cómo podemos aportar y generar valor dentro de un ecosistema empresarial? Un ecosistema empresarial es la red de organizaciones, incluidos proveedores, distribuidores, clientes, competidores, agencias gubernamentales, etc., que participan en la entrega de un producto o servicio específico a través de la competencia y la colaboración,
‘Un ecosistema empresarial es un acuerdo de negocios con un propósito entre dos o más entidades (los miembros) para crear y compartir valor colectivo para un conjunto común de clientes. Cada ecosistema empresarial tiene participantes, y al menos un miembro actúa como el orquestador de los participantes.
¿Qué es un ecosistema?
En la década de 1930, el botánico británico Arthur Tansley introdujo el término ecosistema para describir una comunidad de organismos que interactúan entre sí y con sus entornos. Para lograr la supervivencia, estos seres compiten entre ellos y con el medio ambiente.
Para prosperar, evolucionan juntos y se adaptan a los impactos externos. En 1993, el estratega empresarial James Moore adoptó con gran éxito este concepto biológico al mundo empresarial. En un artículo publicado en Harvard Business Review titulado ” Depredadores y presas: Una nueva ecología competitiva”, elaboró un paralelismo entre las normas que operan en el mundo natural y las que operan en el mundo comercial.
Moore sugirió que una empresa no se puede considerar como un negocio único y aislado, sino como un miembro dentro de un ecosistema empresarial con participantes que abarcan múltiples industrias. El tino en su parangón fue tal que, en solo 20 años, el término “ecosistema empresarial” se ha arraigado firmemente en el diccionario que los líderes empresariales manejan para idear sus estrategias. Pero, ¿qué son y, sobre todo, qué pueden aportar a nuestra empresa los ecosistemas empresariales? ¿Le conviene a nuestra firma actuar activamente en uno de ellos? ¿Cómo podemos aportar y generar valor dentro de un ecosistema empresarial? Un ecosistema empresarial es la red de organizaciones, incluidos proveedores, distribuidores, clientes, competidores, agencias gubernamentales, etc., que participan en la entrega de un producto o servicio específico a través de la competencia y la colaboración,
¿Qué es un ecosistema y cómo puede ayudar a tu empresa a expandir su negocio?
Motivos para ser miembro activo de un ecosistema: –
Posibilidad de expandir el mercado con nuevas ofertas. Los ecosistemas pueden abrir nuevos canales de venta para productos o servicios. Por esta razón, muchos fabricantes de electrodomésticos, por ejemplo, se unen a ecosistemas de casas inteligentes. Fortalecer el negocio principal a través de complementos. Los socios dentro del ecosistema nos pueden proveer con productos y servicios que añaden valor al negocio principal de la empresa. Por ejemplo, alrededor del negocio de los videojuegos se ha generado una amplísima industria gamer que va desde academias para gamers, mobiliario especializado, maratones de juego enfocados a este nicho, etc. En esta diversificación, las oportunidades de negocio se multiplican exponencialmente. Proteger el negocio principal de otros ecosistemas. Implicarse dentro de un ecosistema puede ser una defensa efectiva contra amenazas provenientes de otros ecosistemas. Por ejemplo, compañías agroquímicas se han involucrado con ecosistemas de granjas inteligentes para defender sus semillas, fertilizantes y su negocio de protección de cosechas que supone la agricultura de precisión. Abre posibilidades de acceso a mercados adyacentes al principal. Los socios del ecosistema pueden ayudar a la compañía a expandir su negocio a nuevos mercados. Algunos bancos, por ejemplo, construyen ecosistemas para expandir su negocio de hipotecas a otras actividades dentro del mercado inmobiliario. En este sentido, se pueden incluso encontrar oportunidades para lanzar nuevas empresas más allá del negocio principal.
¿Cuáles son los beneficios de un ecosistema?
Cómo identificar oportunidades en el ecosistema – Los ecosistemas empresariales ofrecen tres beneficios críticos:
Acceso a un mayor número de oportunidades. Habilidad de crecer más rápido. Flexibilidad y resiliencia.
En concreto, durante el periodo en que la empresa es joven, un ecosistema puede dar acceso rápido a capacidades externas que pueden ser muy caras o consumir demasiado tiempo como para hacerlas desde dentro. La manera más efectiva para identificar oportunidades es examinar la ruta del consumidor e identificar fricciones o malos funcionamientos del mercado : frustraciones, necesidades no cubiertas, deseos no cumplidos.
¿Cómo podemos aportar y generar valor dentro de un ecosistema empresarial?
En la década de 1930, el botánico británico Arthur Tansley introdujo el término ecosistema para describir una comunidad de organismos que interactúan entre sí y con sus entornos. Para lograr la supervivencia, estos seres compiten entre ellos y con el medio ambiente.
Para prosperar, evolucionan juntos y se adaptan a los impactos externos. En 1993, el estratega empresarial James Moore adoptó con gran éxito este concepto biológico al mundo empresarial. En un artículo publicado en Harvard Business Review titulado ” Depredadores y presas: Una nueva ecología competitiva”, elaboró un paralelismo entre las normas que operan en el mundo natural y las que operan en el mundo comercial.
Moore sugirió que una empresa no se puede considerar como un negocio único y aislado, sino como un miembro dentro de un ecosistema empresarial con participantes que abarcan múltiples industrias. El tino en su parangón fue tal que, en solo 20 años, el término “ecosistema empresarial” se ha arraigado firmemente en el diccionario que los líderes empresariales manejan para idear sus estrategias. Pero, ¿qué son y, sobre todo, qué pueden aportar a nuestra empresa los ecosistemas empresariales? ¿Le conviene a nuestra firma actuar activamente en uno de ellos? ¿Cómo podemos aportar y generar valor dentro de un ecosistema empresarial? Un ecosistema empresarial es la red de organizaciones, incluidos proveedores, distribuidores, clientes, competidores, agencias gubernamentales, etc., que participan en la entrega de un producto o servicio específico a través de la competencia y la colaboración,